En el pueblo del hombre llamado el Loco, aquel loco
decía: " ¡ Que locura la mía ! "
Y luego se reía a carcajadas y mas tarde parecía irse de la realidad
como ensimismado en algún lugar y se quedaba al parecer con unas
expresiones confusas, como sorprendido y a la vez asustado; luego se
reía a carcajadas y corría de un lugar a otro. Luego se paraba y
exclamaba:
" Estoy loco de verdad, tanto me lo decían pero yo no lo creía. Ahora me
di cuenta que sufro de una gran locura. " Entonces la gente se acerco y
le dijo: " Pero mira Loco, capaz te estas curando porque ya reconoces tu
locura. "
Y el entonces contestó: " No, no, no es así. Yo cada día estoy más loco
y no puede ser de otra manera, es que ya no tengo cura, lo mío es una
locura total. "
Y el se prestaba a correr cuando le dijeron: " Espera un momento, como
es que te diste cuenta.¿Cómo llegaste a descubrir que estabas loco? "
" Es que la vida me enseñó, yo buscaba la paz, la comprensión, la
amistad y daba lo mejor de mi a cambio recibía engaños, ofensas,
desprecios. Y esto me dolía, pero siguieron pasando los días y los años
y me quise buscar cosas aun mas complejas, como el amor, la felicidad y
¿qué tuve a cambio? El engaño, el odio, el rechazo, la violencia, la
ofensa. Y me paso tantas veces que entonces pensé, es que no
puede ser el mundo así, no puede ser que Dios haya creado un mundo tan
terriblemente equivocado, no puede ser que la mayoría de los hombres,
odien, engañen, asesinen, no puede ser que la humanidad sea tan falsa,
tan hipócrita. Entonces lo que tiene que ser , es que yo estoy loco. Y
es que tiene que haber paz, tiene que haber hermandad, tiene que existir
la dignidad, el amor, la justicia, pero yo nunca los vi. Entonces, yo
soy el que estoy mal. Yo soy preso de una locura que por alguna razón
desconocida me impide ver la luz de la verdad. Por eso yo debo de estar
loco, porque al buscar esa luz, yo solo encontré oscuridad. Y si no
fuese yo el que estuviese loco, preferiría estar mil veces más loco que
vivir en un mundo donde ya no existe la verdad. "
Entonces los que le hablaron, se miraron entre si, y le dijeron: " ¡
Anda, corre, nada mas !"
Y en un silencio cómplice pero a paso ligero, cada quien se fue como
rata a su agujero.